lunes, 31 de diciembre de 2007

PROPÓSITOS



El doctor no ha tenido suficiente tiempo este diciembre para pasarse por el blog como a él le hubiese gustado. Todo es por culpa del trabajo. Aunque no me quejo, pues este nuevo trabajo extra que me ha salido tiene que ver con el cine y estoy muy ilusionado ante los retos que se me plantearán estos próximos meses. De todos modos, intentaré pasarme por el blog siempre que pueda, y aunque sean cuatro o cinco entradas al mes, por buenas las daré (y de paso leer otros blogs, que es que ni eso he podido).

Os pongo un vídeo (demasiado corto) con los legendarios Goblin interpretando un tema de Suspiria. No me dejan insertarlo, pero el enlace lo encontrareis aquí.

Feliz año a todos. Que se cumplan vuestros deseos y todo eso.



sábado, 15 de diciembre de 2007

SOLO ES UN SUEÑO: ONIRISMOS (II)

Tenemos 18 años (Jesús Franco, 1959).

La primera película de Jesús Franco ya es toda una declaración de intenciones. Sirve como boceto de lo que serán sus obsesiones en sus casi cincuenta años de cine como director de cine.
En esta escena, fruto de la imaginación de una estupenda Terele Pávez, Franco muestra su amor por el séptimo arte, pero también altas dosis de gamberrismo.
Con muy poco dinero (lo que sería habitual durante toda su carrera) consigue crear diferentes escenarios y épocas, en esta secuencia que bebe del expresionisma alemán.
Y todo ello con un portentoso Antonio Ozores, que colaboró con los diálogos. Portentoso, sí, pues Ozores siempre ha sido un cómico como la copa de un pino. La lástima es que en este país no hubiese un Frank Tashlin que sacara a relucir todo su talento.
No hace falta decir que os recomiendo esta película, que en su día no dio un duro, cosa más que lógica, pues el humor de Franco era absolutamente novedoso. Ese nonsense que tan pocas veces ha sido explotado en nuestro cine.

jueves, 6 de diciembre de 2007

LA MUERTE NO TIENE SEXO: NECROLÓGICAS NOVIEMBRE 2007

4 de noviembre.

Peter Viertel.

Con menos de un mes de diferencia falleció el marido de Deborah Kerr. Este escritor alemán participó en los guiones de “Sabotaje” (Alfred Hitchcock, 1942), “Decision before dawn” (Anatole Litvak, 1951), “La burla del diablo” (John Huston, 1953) o “Cazador blanco, corazón negro” (Clint Eastwood, 1990), donde contaba sus experiencias durante el rodaje de “La reina de África” (John Huston, 1951).







9 de noviembre.

José Moreno.

Otro de esos actores secundarios que tan grande han hecho al cine español. Era novillero cuando Juan de Orduña lo captó para participar en “Cañas y barro” (1954). Desde entonces, sus apariciones en pantalla han sido numerosas. Con Juan de Orduña trabajaría constantemente en títulos como “El último cuplé” (1957), “Bochorno” (1963) y “La revoltosa” (1969). También pudimos ver su figura en “¡Viva la muerte…tuya!” (Duccio Tessari, 1971), “Leonor” (Juan Luis Buñuel, 1975), “El huerto del francés” (Jacinto Molina, 1978) y “Las últimas de Filipinas” (Jesús Franco, 1986), entre otras.






10 de novembre.

Laraine Day.

Nacida en el seno de una familia mormona, esta actriz norteamericana adquirió popularidad a partir de 1939 con el papel de la enfermera Mary Lamont para la serie de películas que la MGM dedicó al Dr. Kildare, protagonizadas todas ellas por el actor Lew Ayres. En 1940 fue la protagonista femenina de “Enviado especial” (Alfred Hitchcock, 1940). También la vimos en “Mr. Lucky” (H.C. Potter, 1943), al lado de James Cagney, “Por el valle de las sombras” (Cecil B. de Mille, 1944), junto con Gary Cooper y en “My dear secretary” (Charles Martin, 1949), con Kirk Douglas, entre otras. En los cincuenta se refugió en la televisión. Cuenta con una estrella en el paseo de la fama en Hollywood Boulevard.




Norman Mailer.

Este famoso escritor, ganador de dos premios Pulitzer, se graduó en Ingeniería Aeronáutica en Harvard. Escribió biografías sobre Marilyn Monroe y Lee Harvey Oswald. Varias de sus novelas han sido adaptadas al cine, como es el caso de “The naked and the dead” (Raoul Walsh, 1958) o “Esclavos del pecado” (Robert Gist, 1966). También se puso en cuatro ocasiones tras la cámara, tres en la década de los sesenta, no estrenadas en nuestro país, con la complicidad del actor Rip Torn y una en los ochenta, la floja “Los hombres duros no bailan” (1987).







11 de noviembre.

Delbert Mann.

Uno de los realizadores de la llamada generación de la televisión que debutaron en los años cincuenta. Los primeros títulos de Mann en cine hicieron concebir muchas esperanzas, aunque luego se desvanecieron con bastante rapidez. No pudo empezar mejor su carrera en el cine; con la deliciosa “Marty” (1955) consiguió cuatro Oscars, incluyendo el de mejor director y mejor película. Esta cinta también fue la primera estadounidense en conseguir la Palma de Oro en Cannes. Sus siguientes trabajos siguen los pasos de su “opera prima”: “La noche de los maridos” (1957), “Mesas separadas” (1958) o “En mitad de la noche” (1959) son buenos ejemplos de esto. En 1962 consigue otro taquillazo con “Pijama para dos”, comedia al servicio de Doris Day y Rock Hudson. En los años setenta se dedicó principalmente a la televisión. Su última película para la pantalla grande fue “Brontë” (1983).


12 de noviembre.

Robert Rollis.

Este simpático actor de cine, teatro y televisión galo cuenta con una filmografía realmente amplia, ya que comenzó a actuar siendo un adolescente y no paró hasta 2005, con más de ochenta años de edad. Miembro del grupo de comediantes “Les Branquignols”, de su vasta carrera en cine podemos destacar, casi siempre como secundario, “La guerra de los botones “(Yves Robert, 1961), “La bella americana” (Robert Dhéry, 1961), “Sálvese quien pueda” (Robert Dhéry, 1968) o “No te puedes fiar ni de la cigüeña” (Jacques Demy, 1973), además de participar en casi todas las películas de André Berthomieu.



Ferdinando Baldi.

Uno de los grandes exponentes del cine de serie “B” italiano en casi todos sus géneros, principalmente el “western”. En un principio se dedicó a la enseñanza, pero gracias al productor Tiziano Longo debuta en la dirección con tan solo veinticinco años con la película “Il prezzo dell’onore” (1952). En 1960 obtiene un apreciable éxito con “David y Goliat”. Otras películas suyas son “La batalla de Roma” (1964), “El clan de los ahorcados” (1968), “Los corsarios” (1970), “El justiciero ciego” (1971), con la que obtiene un gran éxito en Japón, o la descacharrante “El tesoro de las cuatro coronas” (1983), rodada en 3-D y con Ana Obregón y Paco Rabal. Uno de sus socorridos seudónimos fue el de Ted Kaplan.


Ira Levin.

Escritor neoyorquino de notable éxito popular. Varias novelas y obras de teatro suyas han sido adaptadas a la gran pantalla con gran aprobación del público, como es el caso de “Un beso antes de morir”, adaptada en 1956 por Gerd Oswald y en 1991 por James Dearden; “Las poseídas de Stepford”, adaptada en 1975 por Bryan Forbes y en 2004 por Frank Oz; y sobre todo “La semilla del diablo” (Roman Polanski, 1968) y “Los niños del Brasil” (Franklin J. Schaffner, 1978).









13 de noviembre.

Peter Zinner.

Montador ganador del Oscar en 1979 por “El cazador” (Michael Cimino) y finalista en otras dos ocasiones: “El padrino” (Francis Ford Coppola, 1972) y “Oficial y caballero” (Taylor Hackford, 1982). También ganó un par de Emmys. Dirigió “La salamandra roja” en 1981, filme que contaba con un reparto heterogéneo y nada despreciable.





16 de noviembre.

Pierre Granier-Deferre.

Este cineasta francés de vocación clásica se inició en labores de ayudante de Marcel Carné. Debutó en 1962 con “Montecarlo Palace Hotel”. Su filmografía está repleta de títulos interesantes, como “Las alimañas” (1965), “La viuda Couderc” (1971), “Creezy, mujer objeto” (1973), “Anna Kaufmann” (1974) o “Una mujer en la ventana” (1976), en cuyo guión participó Jorge Semprún. Ganó el César al mejor guión adaptado por “L’étoile du nord” (1982). A partir de 1995 se dedicó exclusivamente a trabajar en televisión.








21 de noviembre.

Fernando Fernán-Gómez.

Uno de los grandes nombres del cine español de todos los tiempos. No solo era un soberbio actor, también era un director de gran talento. Nadie ganó más premios que él en nuestro cine. También fue un gran hombre de letras, no en vano era miembro de la Real Academia de la Lengua. Actor en más de doscientas películas, son inolvidables su papeles en “Esa pareja feliz” (Berlanga-Bardem, 1953), “Faustina” (José Luis Sáenz de Heredia, 1957), “Rififí en la ciudad” (Jesús Franco, 1963), “El espíritu de la colmena” (Víctor Erice, 1973), “Ana y los lobos” (Carlos Saura, 1973), “El anacoreta” (Juan Estelrich, 1976), “Belle Epoque” (Fernando Trueba, 1992) o “El abuelo” (José Luis Garci, 1998). Como director, son especialmente destacables “La vida alrededor” (1959), “El extraño viaje” (1964), “El mundo sigue” (1965) y “El viaje a ninguna parte” (1986).


22 de noviembre.

Reg Park.

Este culturista británico, héroe personal de Arnold Schwarzenegger, fue Mr. Universo en 1951, 1958 y 1965. Trabajó como actor en Italia en cinco ocasiones, aprovechando el tirón de Macistes, Sansones, Hércules y héroes semejantes. Lo vimos de protagonista en “La conquista de la Atlántida” (Vittorio Cottafavi, 1961), “Ercole al centro della terra” (Mario Bava, 1961), “Maciste en las minas del rey Salomón” (Piero Regnoli, 1964), “Ursus, il terrore dei kirghisi” (Antonio Margheriti, 1964) y en “El desafío de los gigantes” (Maurizio Lucidi, 1965).







28 de noviembre.

Jeanne Bates.

Veteranísima actriz californiana de cine, televisión y radio. Fue víctima de Bela Lugosi en “The return of the vampire” (Lew Landers, 1944) y tenía un papel relevante en el serial “The phantom” (B. Reeves Eason, 1943). A partir de los años cincuenta se hizo una asidua en el campo televisivo. En 1977 encarnó a Mrs. X en “Cabeza borradora”, de David Lynch, director que volvería a contar con ella en “Mulholland Drive” (1991), su último papel en cine.







30 de noviembre.

Evel Knievel.

Este acróbata de la moto cobró tal singularidad que se hicieron dos películas contando sus hazañas: “Evel Knievel” (Marvin J. Chomsky, 1971), protagonizada por George Hamilton, y “Viva Knievel” (Gordon Douglas, 1977), que él mismo protagonizó junto con Gene Kelly (?). También se hicieron juguetes a su imagen y semejanza y el grupo Genesis lo nombra en una de sus canciones.











En este mes especialmente trágico, también han fallecido Jean Pierre Reguerraz, George W. George, Frank Cox, Al Mancini, Sigrid Valdis, Enzo Viena y Paul Lostau.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

ESCENAS MEMORABLES DEL CINEMA BIS (IV)

Viy (Georgi Kropachyov y Konstantin Yershov, 1967)

Esta película rusa es una adaptación del mismo cuento en que se basó Mario Bava para rodar su primera película, la fundamental "La máscara del demonio" (1960). Quizás esta versión sea más fidedigna al relato original, pero también se toma sus licencias.

En esta película, que según algunas fuentes es la primera del género de terror que se hizo en la Unión Soviética, tenemos como protagonista a un joven seminarista que ha de pasar tres días con sus noches encerrado mientras vela el cuerpo de una muchacha. Y dicha muchacha es una bruja que invocará a todos los demonios conocidos, incluído el temible Viy, a los que lanzará sobre el indefenso muchacho.

Esa es la escena que os propongo, la mejor de todo el filme en mi opinión, cuya visión os recomiendo vivamente por cuanto se aparta de los cánones occidentales a los que estamos acostumbrados. Solo hay que ver cómo son representados los demonios que aparecen: son extravagantes como pocos, sobretodo el inenarrable Viy que aparece al final.

A destacar, además de la preciosa escenografía y efectos visuales, la fotografía gris del interior que se contrapone con el vivo colorido del exterior (aunque en esta escena únicamente aparezca un segundo).



sábado, 24 de noviembre de 2007

ANNIE BELLE, RETRATO DE UNA NÍNFULA (I)



La vecina que todos quisiéramos tener. Esta parisina era todo un encanto. Tenía un bello rostro que desprendía inocencia, una inocencia que al parecer no tardó demasiado tiempo en desaparecer. Y junto a esa carita de no haber roto ningún plato era dueña de un atractivo cuerpo que no dudaba en mostrar y con el que se entregó a hombres y mujeres en multitud de escenas tórridas durante los quince años que estuvo activa en el cine.

Nacida el diez de diciembre de 1956, su nombre auténtico era el de Annie Brilland, nombre con el que debutó en 1974 en “Tout le monde il en a deux”, dirigida por el viejo zorro de Jean Rollin. Eran años en los que el cine erótico estaba en su pleno apogeo en nuestro país vecino. Realizadores como Max Pécas, Francis Leroi, Jean-Marie Pallardy, José Benazeraf, Michel Lemoine, Claude Mulot, Gérard Kikoïne e incluso Guy Casaril se especializaron en este género y lo dotaron de esa carga de qualité tan cara al cine galo. La producción erótica era masiva y ese mismo año dos películas de este género reventaron las taquillas: “Emmanuelle”, debut en la realización de Just Jaeckin; y “Cuentos inmorales”, del ya veterano director polaco Walerian Borowczyk.


Esta “Tout le monde il en a deux”, la dirigió Jean Rollin bajo el seudónimo de Michel Gentil, que era el que utilizaba para sus películas no adscritas al cine de terror. Su argumento era muy escueto, con secuestradores y una especie de sociedad secreta que se dedicaba a organizar bacanales, como en “Eyes wide shut”. En la gran bacanal que ocupa el último cuarto de hora de metraje era ofrecida a los participantes una neófita Annie, a la que cortaban su rizada melena y le dejaban un atractivo corte a lo “garçon”, que se convertiría en su seña de identidad más característica.


Una película de lograda atmósfera decadente, con mucho sexo, aunque no explícito. Así lo explicaba el propio Rollin, “No rodé ninguna escena hardcore para esta película, pero fuimos al máximo nivel permitido de softcore, porque Lionel (Wallmann, productor y coguionista de la cinta, que comenzó como profesor de ping-pong de Danny Kaye) quería algo realmente espectacular y el porno todavía no estaba legalizado por entonces”.

La película conoció un remontaje con el explícito título de “Bacchanales sexuelles”. En nuestro país conoció distribución comercial bajo el no menos contundente título de “La orgía de las niñas cachondas”.


Un debut espectacular el de nuestra protagonista, que dejaba bien a las claras qué derroteros seguiría gran parte de su carrera.





Ese mismo año, Annie protagonizaría la comedia erótica “Le rallye des joyeuses”, dirigida por el especialista Alain Nauroy y con la actriz belga Anne Libert como protagonista principal. No he podido ver la película y tampoco he encontrado muchos datos sobre ella, pero sabiendo que a su realizador se le deben cintas del calibre de “Furor en el vientre” (1974) o “Historias pornográficas” (1977), pues uno ya se puede imaginar por donde iban los tiros. Curiosamente, en IMDB aparece Serge Korber como artífice de esta cinta.

En 1975, y de nuevo a las órdenes de Jean Rollin, da vida a la fascinante muchacha de blanco de “Lèvres de sang”, película de la que ya hablamos con anterioridad y de la que puedes encontrar más información aquí.





En 1976 tiene lugar uno de los títulos más importantes de nuestra protagonista, por cuanto tiene de autobiográfico. Se trata de “La fine dell’innocenza”, que en España llevó el esclarecedor título de “Las noches pecaminosas de una menor”, y al igual que ocurriría después con “Laura”, se estrenó con unos años de retraso, y como aquella, también fue clasificada “S”.

El artífice principal de este fín de la inocencia fue el veterano productor Harry Alan Towers, que comenzó en el negocio del cine a mediados de los cincuenta y todavía sigue activo. Towers, se fijó en la belleza de Annie e intentó lanzarla al estrellato como anteriormente lo había hecho con Margaret Lee o con Maria Rohm, con la que sigue felizmente casado.


La película salió al mercado como la verdadera historia de Annie Belle, cuya vida comenzó a los trece años. Ignoro cuanto habrá de verdad y cuanto de fantasía en esta semblanza de la actriz, que aparece en los créditos como argumentista.

Narra la película cómo durante su adolescencia, Annie viaja a Hong-Kong con su padre, pero después descubrimos que este no es tal, sino su amante. Al poco tiempo se descubren unos turbios manejos que tienen como protagonista al presunto padre y lo meten en prisión. Una desconsolada Annie será recogida por un matrimonio con el que conocerá lo que es el fin de la inocencia.


Annie tenía en esta película su primer papel protagonista. Para la ocasión, cambió de aspecto y estrenó un pelo rubio oxigenado que conservaría durante unos pocos rodajes más. En este rodaje coincidiría con sus dos grandes amores, Ciro Ippolito, un actor que después se metió a realizador (en España, de esta faceta de Ippolito, únicamente se estrenó la lisérgica “Alien 2”) y el también actor Al Cliver.

Como realizador se contó con la labor de Massimo Dallamano, un muy interesante artesano que contaba con títulos tan interesantes como “El placer de Venus” (1969), “El retrato de Dorian Gray” (1970) o “¿Qué habéis hecho con Solange?" (1971).


La película tuvo bastante éxito allá donde se estrenó, sobre todo en el mercado japonés. En los Estados Unidos se estrenó con el título de “Annie”, y en el Reino Unido con el de “Blue Belle”.


Según Cliver, el rodaje fue un desastre y pese a que no se cuenta entre lo mejor de Dallamano, sí que resulta más entretenida que la posterior “Laura”.






La vida de Emmanuelle Arsan se podría resumir en una palabra: mentira. Famosa mundialmente por ser la escritora de la saga semiautobiográfica “Emmanuelle”, más tarde se reveló que nada era lo que parecía. En primer lugar, esta escritora de origen thailandés nació con el nombre de Marayat Bibidh. Cuando tenía dieciséis años se casó con el diplomático francés Louis-Jacques Rollet-Andriane, quien años más tarde reconoció ser el autor de todos las novelas atribuídas a su mujer. Y todo esto viene a colación porque la siguiente película protagonizada por Annie Belle se trató de “Laura”, presuntamente dirigida por la Arsan (aunque en los títulos de crédito aparece un surrealista “dirigida por anónimo”), pero cuya autoría también corresponde al señor Rollet-Andriane. Lo que al menos sí sabemos que hizo Emmanuelle Arsan es reservarse un papel importante en esta cinta. Interpreta a Myrte, una de las integrantes de la expedición que acompaña a Laura para presenciar un extraño rito que la tribu Mara lleva perpetuando desde hace cientos de años y que viene a ser algo así como un vaciado de memoria, una amnesia colectiva que les hace comenzar de nuevo su vida desde cero. Una extraña ceremonia a la que Laura se presentará voluntariamente.

En “Laura” tenía como pareja a un primerizo Al Cliver, con el que ya había trabajado en su aventura con Dallamano, y al que después veríamos en diversas películas de Lucio Fulci, como “Nueva York bajo el terror de los zombi” o “El más allá”. Cliver, cuyo nombre verdadero es el de Pierluigi Conti, caería rendido ante los encantos de nuestra francesita y ambos tendrían un romance que duraría unos tres años.

La película, por razones comerciales, salió al mercado anglosajón con el título de “Emmanuelle forever”, pese a que el personaje creado por el diplomático francés no aparecía por ninguna parte.

Cualitativamente no se le pueden encontrar muchos méritos, aparte de los bellos paisajes naturales y un cuidado formal en los encuadres y fotografía, pero su desesperante ritmo la hace muy aburrida. Con todo, es un "must" para los amantes de este tipo de cine.

Como curiosidades, hay que mencionar que el productor fue Ovidio G. Assonitis, experto en meter las manos en el trabajo de los realizadores con los que trabaja. Y si no, que se lo pregunten a James Cameron, que jura que Assonitis es el responsable de la mayor parte del metraje de su “opera prima”, “Piraña 2: Los vampiros del mar”. Como no, el bueno de Ovidio también dirigiría alguna escena de esta “Laura”. También parece que ayudó en la dirección Sonia Molteni, la mujer de Assonitis.

Hay que mencionar también que Annie Belle no fue la primera elección de Assonitis para llevar adelante el papel principal. La primera candidata era Linda Lovelace, la protagonista de la mítica “Garganta profunda”, pero sus problemas con las drogas hicieron imposible su concurso y dejaron vía libre para que Annie se llevara el papel. El rodaje no fue fácil y al parecer, los técnicos huyeron y el filme fue finalizado en Villa Pamphili, en Roma.

La siguiente aventura de Annie tendría lugar en Egipto, pero de eso hablaremos en la próxima entrega de esta monografía.

Ir a Annie Belle (II).


jueves, 15 de noviembre de 2007

COSAS, COSAS...

Anteayer la grabadora dijo basta, no sin antes destrozar dos DVDs que quería grabar. Mañana iré a comprar una nueva, pues la necesito para mis dos próximos posts, que versarán sobre dos actrices de esas que no aparecen en enciclopedia alguna pero cuya presencia en una película hace que esta sea más disfrutable. Serán dos biografías con bastantes vídeos, por lo que esperaremos a que me instale la nueva grabadora.
Por otra parte, quería enseñaros unas fotos de mi (pen)última adquisión en vinilo.







Lo encuentro precioso, y con la gran Soledad Miranda en portada, contraportada e interior. Estoy muy contento de haber conseguido este disco, que encima es doble. Y las composiciones son alucinantes. La casa Crippled Dick Hot Wax no tiene un catálogo muy amplio, pero sí bastante jugoso. Os recomiendo que echeis un vistazo.
Por cierto, la foto de la portada de este disco es ya todo un icono, pero curiosamente no pertenece a la película "Vampyros lesbos" (esto es, "Las vampiras"), sino a "Sie tötete in ekstase".
Por último, os dejo un enlace a un disco que me gusta mucho. Se trata del "Rhinos, winos and lunatics", que grabaron los Man en 1975. Una gozada.

http://rapidshare.com/files/69914408/Man_-_Rhinos_Winos_And_Lunatics.rar

viernes, 9 de noviembre de 2007

LA MUERTE ACARICIA A MEDIANOCHE: NECROLÓGICAS OCTUBRE 2007

2 de octubre.
George Grizzard.
Este actor norteamericano debutó en Broadway interpretando a uno de los presos evadidos de "Horas desesperadas", junto con Paul Newman. Su papel en "¿Quién teme a Virginia Wolf?" le reportó notable fama en el mundillo teatral. En cine no logró destacar, por lo que se refugió en la televisión. Participó en innumerables series y telefilmes como "Alfred Hitchcock presenta", "Se ha escrito un crimen" o "The oldest living graduate" (1980), por el que fue merecedor de un Emmy. Su última aparición en la pantalla fue a las órdenes de Clint Eastwood en "Banderas de nuestros padres" (2006).


Carmen Rossi.
El mismo cáncer que se ha llevado a Grizzard, lo ha hecho el mismo día con esta veterana actriz malagueña de teatro, cine y televisión, campo este en el que ha obtenido su mayor popularidad de la mano de series como "Este es mi barrio", "Manos a la obra" y "Paco y Veva", entre otras. En cine la pudimos ver "La viuda del capitán Estrada" (José Luis Cuerda, 1991), "Tres palabras" (Antonio Giménez Rico, 1993) o en "Un franco, catorce pesetas" (Carlos Iglesias, 2006).



3 de octubre.
Antoni Ribas.
Combativo y reivindicativo son los adjetivos más utilizados para definir a este realizador catalán que estaba en posesión de la Orden de las Artes y las Letras de Francia. Debutó en el campo del largometraje en 1967 con "Las salvajes de Puente Gil". Sus películas más reconocidas son "La ciutat cremada" (1976), por la que ganó el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cine de Montréal, y el tríptico "Victoria" (1983-1984). Un autor poco conocido y reconocido.







12 de octubre.
Manuela Vargas.
Esta bailaora sevillana consiguió el Premio Internacional de Danza del Teatro de las Naciones de París con tan solo veintitrés años, lo que la llevó a la fama internacional. De hecho, participó en un episodio televisivo del mítico Ed Sullivan. El cine no fue indiferente a este éxito, y a Manuela se la pudo ver en "España otra vez" (Jaime Camino, 1969) y más tarde, en "La flor de mi secreto" (Pedro Almodóvar, 1995).








14 de octubre.
Raymond Pellegrin.
La voz de Fantomas. Este prolífico actor poseía una de las voces más bellas del cine galo. Debutó a principios de la década de los cuarenta, y entre sus más de cien películas, destacan "Amarga victoria" (Nicholas Ray, 1957), "Hasta el último aliento" (Jean-Pierre Melville, 1965) y "Los unos y los otros" (Claude Lelouch, 1981), además de poner la voz a Fantomas en las películas que dirigió André Hunebelle en los sesenta. También trabajó con Lucio Fulci en "Beatrice Cenci" (1969). Estuvo casado con las actrices Dora Doll y Gisèle Pascal. En la foto, junto con Lino Ventura.


16 de octubre.
Deborah Kerr.
Una de las grandes actrices del Hollywood de los años cincuenta. Esta escocesa debutó en el cine a principios de la década de los cuarenta y pronto se haría un nombre dentro del cine británico con sus intervenciones en películas como "El coronel Blimp" (1943) y la sublime "Narciso negro" (1947), ambas dirigidas por Michael Powell y Emeric Pressburger. Un contrato con la M-G-M la traslada a Hollywood y en títulos como "Edward, my son" (George Cukor, 1949) y "El prisionero de Zenda" (Richard Thorpe, 1952) demuestra su gran valía. Para Columbia rueda "De aquí a la eternidad" (Fred Zinnemann, 1953), en la que cambia de registro por el de una mujer más pasional y menos distante. Esta película le supondría la segunda de las seis candidaturas al "Oscar", que finalmente recibió a modo honorífico en 1994. Otras muestras de su extraordinario talento son "El rey y yo" (Walter Lang, 1956), "Té y simpatía" (Vincente Minnelli, 1957), "Tú y yo" (Leo McCarey, 1957), "Otra vuelta de tuerca" (Jack Clayton, 1961) y un larguísimo etcétera. Desde 1960 estaba casada con el guionista Peter Viertel, que la ha sobrevivido diecinueve días.


17 de octubre.
Joey Bishop.
Conocido por formar parte del famoso "Rat pack" junto con Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis Jr. y Peter Lawford, principalmente. Participó en varias películas del clan, como "La cuadrilla de los once" (Lewis Milestone, 1960), "Tres sargentos" (John Sturges, 1962) y "Texas" (Michael Gordon, 1966). También contó con un programa propio de televisión: "The Joey Bishop Show", y en 1962 sacó un disco con el título de "Joey Bishop sings country & western". Otras películas en las que lo pudimos ver fueron la muy interesante "Johnny el frío" (William Asher, 1963), "Rififí a la americana" (Howard Morris, 1967) y "Mad Dog Time" (1996), dirigida por su hijo Larry Bishop.

miércoles, 31 de octubre de 2007

ESCENAS HORROROSAS DEL CINEMA BIS (III)

Gomia, terror en el mar Egeo (Joe D'Amato, 1980)

+++ Por favor, si eres demasiado susceptible, no veas el vídeo. +++



Siempre me ha caído bien George Eastman. Un actor con una cara de bruto que espanta y que, sin embargo, y como suele ocurrir en el cine de bajo presupuesto, parece un tipo con el que te podrías tomar amistosamente una cervecita mientras te cuenta sus infinitas aventuras en el mundo del celuloide.

Nacido en agosto de 1942 con el nombre de Luigi Montefiori, su nombre se ha identificado siempre con el típico subproducto italiano rodado con cien liras. Pero hay más que eso. Montefiori ha trabajado con todos esos artesanos que nos lo han hecho pasar en grande, como Castellari, Corbucci, Deodato, Martino, Massacessi y otros, pero también se ha puesto a las órdenes de grandes directores como Mario Bava, Pupi Avati, Lina Wertmüller e incluso el gran Federico Fellini, para el que rodó “Satiricón” (1969).

Ya en los años setenta comenzó a escribir guiones, alguno de ellos tan conseguidos como el de “Aquarius”, que supuso la opera prima de Michele Soavi. También ha dirigido un largometraje de terror (alguno más, solo que no aparece acreditado y parece no importarle) y un documental.

En “Gomia, terror en el mar egeo”, película dirigida por su incansable amigo Joe D’amato en 1980, da vida a uno de los personajes más repulsivos de su carrera, y eso que cuenta con un buen muestrario de personajes zafios. Pero no solo de su carrera, sino que me atrevería a decir que se pone en la piel de uno de los más repelentes tipos que ha dado el cine italiano (pienso también en los verdugos de la obligada “Saló o los 120 días de Sodoma”, de Pier Paolo Pasolini).

Nikos Karamanlis, que así se llama el tipejo interpretado por Montefiori, es un enloquecido antropófago que vive en una remota isla griega a la que han ido a parar accidentalmente Tisa Farrow, la hermana zetosa de Mia, y sus compañeros.

La escena que os pongo es todo un clásico del cine gore, no apta para estómagos sensibles. Sobre esta película, el actor decía que no le gustaba, y todo ello “a pesar de que disfruto escribiendo y actuando para este género. Nunca veo películas de terror, a menos que sepa que es una muy buena. No me gustan las escenas violentas –las crías de cordero que se asemejan a fetos, las entrañas de cerdo y todo eso-, y creo que es curioso e incluso preocupante que la gente disfrute con este tipo de cosas. Si por mí fuera, escribiría historias de terror efectivas y brutales, si fuera necesario, pero sin derramar una gota de sangre”.

En cualquier caso, sorprenden estas declaraciones después de ver la escena. Y es que no tenemos remedio.

Pese a la condición de título de culto de “Gomia, terror en el mar egeo”, en su día fue un sonoro fracaso en Italia. Continúa Montefiori: “Cuando “Gomia” se estrenó en Roma un ardiente día de agosto en el cine Metropolitan, acudí a ver la primera sesión de la tarde y me encontré completamente solo, excepto por una pareja que se sentaba unas filas delante de mí. Cuando llegó la escena del feto, la chica gritó: “¡Qué asqueroso!” y se fue, seguida de su amigo. Aplaudí su afirmación y vi el resto de la película solo.



jueves, 25 de octubre de 2007

EL ASESINO ESTÁ AL TELÉFONO (ALBERTO DE MARTINO, 1972)


La visión del asesino de su amante en un aeropuerto deja a Eleonor amnésica. No recuerda absolutamente nada de los últimos cinco años, los que han pasado desde el asesinato de aquel. Ni siquiera recuerda que está casada. Y para colmo, el criminal, interpretado por un hierático y poco amigo de los diálogos Telly Savalas, decide eliminarla.


Alberto de Martino es un veterano realizador que ha hecho de todo. Durante los años cincuenta fue ayudante de directores como Giorgio Simonelli y Luigi Filippo d’Amico. Debutó en la dirección en 1962 con “El gladiador invencible”. Durante esos años dirigió numerosos filmes pertenecientes al floreciente western (“El Sheriff terrible”, El Séptimo de Caballería”, “Sangre sobre Texas”) así como al ya decadente peplum (“El valle de los hombres de piedra”, “El triunfo de Hércules”). De Martino siempre se adaptó a la moda del momento, por lo que durante la segunda mitad de los sesenta se dedicó a los pseudo-Bond. Incluso contó con Neil, el hermano de Sean Connery para rodar “Todos los hermanos eran agentes”, cuyo título original fue “O.K. Connery”.


En cuanto al género fantástico, Alberto de Martino, lo tocó por primera vez en “Horror” (1963), una de las primeras cintas españolas de terror, aunque fuera en régimen de coproducción. Tras el éxito de “El exorcista”, rodó “El anticristo” (1974), una muy estimable película con una estupenda Carla Gravina. En 1977, y siguiendo la estela de “La profecía”, dirigió “Holocausto 2000”, protagonizada por Kirk Douglas y que personalmente considero un largometraje muy digno (sí, soy muy raro). Después de esta, rodaría “El hombre-puma” (1980), un ridículo subproducto nacido del éxito de “Supermán”; “Blood link” (1982) y “Miami golem” (1985), coproducidas con EE.UU y rodadas en inglés, para finalizar su carrera con “7, Hyden Park: La casa maledetta” (1985). En fin, estamos ante un artesano digno y solvente que cuenta con varias películas interesantes a lo largo de su extensa carrera. También con bodrios.


Para “El asesino está al teléfono” tomó elementos del giallo, que por entonces estaba causando furor gracias a las películas de Dario Argento, aunque el resultado está muy lejos de ser satisfactorio.


El mayor problema es que el argumento, en el que participaron cuatro guionistas, da como mucho para un mediometraje y la dirección ralentiza de manera desesperante la acción. El resultado es una película que fluye muy lentamente, que aburre bastante y que únicamente se anima durante los últimos veinte minutos, en la consabida escena de persecución entre el cazador y su presa que, lógicamente acaba con el triunfo de la protagonista. De hecho, y como bien apunta Carlos Aguilar en su imprescindible “Guía del vídeo-cine”, la escena de la muerte final de Telly Savalas, seccionado en dos partes por un telón metálico, es uno de los mejores momentos del filme.


El reparto cumple con funcionalidad. Anne Heywood da vida a la protagonista con bastante convicción y cabe destacar la belleza de Rossella Falk y Willeke Van Ammelroy, fría y madura la una y juvenil y garbosa la segunda.


Como director de fotografía encontramos a Joe D’Amato y la excelente música es de Stelvio Cipriani, aunque abuse demasiado de su logrado leitmotiv.


Calificación: 4 sobre 10.

Una ensoñación de Anne Heywood en el hospital que comienza de manera muy melosa y acaba sorprendentemente.




¿Sabías que…?


Willeke Van Ammelroy consiguió uno de sus mayores éxitos personales en 1995 interpretando a la protagonista de la ganadora del Oscar “Antonia” (Marleen Gorris).


Anne Heywood fue Miss Gran Bretaña en 1949.

miércoles, 17 de octubre de 2007

LA MUERTE RONDA A MÓNICA (RAMÓN FERNÁNDEZ, 1976)



Con Nadiuska, Arturo Fernández, Jean Sorel, Karin Schubert, Damián Velasco, Isabel Luque, Yolanda Ramos, Yelena Samarina, Luis Barboo, Eduardo Bea, Antonio Canal, Yenni Llada, Santiago Ontañón, Rafael Albaicín, Margarita Minguillón, Sandra Alberti, Juan Santamaría y Bárbara Rey.

El matrimonio entre Mónica (Nadiuska) y Federico (Jean Sorel) no pasa por buenos momentos. Ella se ha enterado a través de su amiga Elena (Karin Schubert) de la existencia de una amante, Eva (Bárbara Rey, como no). Pero lo que no sabe es que entre Elena y Eva existe un contubernio para hacerse con Eurozonas, la empresa propiedad de su marido y su socio (un Arturo Fernández que parece no enterarse de que está protagonizando un thriller).

Para acabar de complicar el asunto, hace su aparición Diego, un antiguo socio de Federico que ha pasado en chirona los últimos años por culpa de este y que pretende también hacerse con su patrimonio.

Lo cierto es que el argumento, obra de Juan José Alonso Millán, un autor tampoco acostumbrado al género, no resulta demasiado atractivo, pero es que si a ello le sumamos que la realización cae en manos de Ramón Fernández, vamos dados.

La carrera de este director, fallecido hace poco más de un año, ha transcurrido en su casi totalidad en el campo de la comedia más populachera. Su mayor éxito le vino con "No desearás al vecino del quinto" (1970) y ha dirigido también películas del calado de "Cateto a babor" (1970), "Matrimonio al desnudo" (1974), "Gay club" (1980), "Las aventuras de Enrique y Ana" (1981) y "El donante" (1985).Unas joyitas, vaya. De las pocas veces que se ha apartado de la comedieta celtibérica, personalmente pienso que la única vez en que estuvo certero fue en "Rueda de sospechosos" (1964).

A "La muerte ronda a Mónica" la podríamos encuadrar como un thriller con vagas influencias del ya agonizante giallo, con un argumento debidamente intrincado pero que no ofrece ninguna sorpresa. Se trata, una vez más, de la típica trama de "luz de gas" en la que alguien intenta enloquecer a la pobre Nadiuska, todo ello aderezado con los desnudos más gratuítos que uno pueda tirarse en cara. Karin Schubert y Bárbara Rey protagonizan un bonito número lésbico. Únicamente Isabel Luque y Yelena Samarina (menos mal) conservan la ropa puesta durante la totalidad del metraje. Y mientras, Arturo Fernández sigue creyendo que está rodando "El señorito y las seductoras". Perdón por el énfasis, pero es que su actuación es alucinante: mientras la Nadiuska está a punto de llorar todo el rato y Jean Sorel pone cara de pocos amigos, Fernández está de un cachondeo contínuo, igual que si se encontrara en una "landada".

En fin, una historia muy endeble para una película sin estilo, amorfa y de muy escaso interés, con una buena banda sonora de Adolfo Waitzman y una fotografía bastante discreta de Hans Burman, lejos aún de sus futuros éxitos personales.

Calificación: 2,5 sobre 10.


¿Sabías que...?

Fue la última película española de Jean Sorel.

Una década más tarde del rodaje de esta película, Karin Schubert, con los cuarenta ya cumplidos, comenzaría a rodar películas porno.



Una de las escenas de mayor suspense.