jueves, 3 de abril de 2008

LA MUERTE NO DESERTA: NECROLÓGICAS MARZO 2008


4 de marzo.
Leonard Rosenman.
Este compositor neoyorquino debutó en el cine gracias a su amistad con el actor James Dean. Fue en “Al este del Edén” (Elia Kazan, 1955). Ganó en dos ocasiones el Oscar a la mejor adaptación musical por “Barry Lyndon” (Stanley Kubrick, 1975) y por “Esta tierra es mi tierra” (Hal Ashby, 1976) y fue candidato otras dos veces las bandas sonoras originales de “Los mejores años de mi vida” (Martin Ritt, 1983) y “Misión: Salvar la tierra” (Leonard Nimoy, 1986). Un gran músico, muy personal e innovador.


6 de marzo.
Malvin Wald.
Wald pasará a la posteridad por ser coguionista de esa obra maestra que es “La ciudad desnuda” (Jules Dassin, 1948), trabajo por el que optó al Oscar al mejor guión original. Su trabajo posterior resulta bastante decepcionante, pero podemos mencionar “Not wanted” (Elmer Clifton, 1949) y “Al Capone” (Richard Wilson, 1959), además de numerosas series-B, generalmente de tema bélico y gran cantidad de series de televisión.








11 de marzo.
Akemi Negishi.
A esta actriz japonesa la descubrió en un cabaret el gran Josef Von Sternberg, para quien protagonizaría su última película como director, “Anatahan” (1953). Este hecho, además de su indudable belleza, hizo que se la conociera como la Dietrich nipona. Trabajó en varias ocasiones para Akira Kurosawa, en filmes como “Ikimono no kirouku” (1955), “Donzoko” (1957) o “Dodes’ka-Den” (1970). Asimismo alternó estos prestigiosos títulos con un cine de género más popular, como en “King Kong contra Godzilla” (Inoshiro Honda, 1962) o “Kaidan hebi-onna” (Nobuo Nakagawa, 1968).




16 de marzo.
Ivan Dixon.
Actor y realizador afroamericano, muy comprometido con los derechos humanos, no en vano fue presidente de Negro Actors for Action. Debutó en un pequeño papel en “Sangre sobre la tierra” (Richard Brooks, 1957). En 1965 obtiene el papel que lo hace popular, el del sargento Kinch de la serie “Los héroes de Hogan”. Ya por entonces, su trabajo en la televisión ocupa casi todo su tiempo. A partir de 1970 comenzó a dirigir para la pequeña pantalla, además de dos largometrajes: “Trouble man” (1972) y “The spook who sat by the door” (1973).





18 de marzo.
Anthony Minghella.
Complicaciones después de una cirugía se han llevado antes de hora a este realizador británico que en 1996 recibió el Oscar a la mejor dirección por la correcta “El paciente inglés”. Su primera película, vista en Sitges, fue “Truly, madly, deeply” (1990). Anteriormente había escrito varios guiones para la televisión. Otras películas suyas destacables son “El talento de Mr. Ripley” (1999) y “Cold Mountain” (2003).









19 de marzo.
Arthur C. Clarke.
El inolvidable creador de “2001 – Una odisea en el espacio”. Kubrick le pidió que partiera de su relato “The sentinel” para crear el guión de esta, la obra maestra de las obras maestras del cine. Con posterioridad a su estreno, salió la novela, pues esa era una de las cláusulas del contrato. Con él se ha ido una de las mentes más preclaras del siglo XX, uno de los mejores escritores de ciencia-ficción, además de haber contribuído activamente para la ciencia.


Paul Scofield.
El mismo día en que fallecía Clarke, lo hacía también su compatriota Paul Scofield, un gran actor que ganó el Oscar por su sobria caracterización de Tomás Moro en “Un hombre para la eternidad” (Fred Zinnemann, 1966), papel que también le valió uno de sus tres premios BAFTA, además de un Tony por su trabajo en la obra teatral de Robert Bolt en la que la película está basada. Debutó en el cine con “La princesa de Éboli” (Terence Young, 1955), donde interpretaba al rey Felipe II de España, y entre sus papeles más recordados de su corta filmografía (era un hombre de teatro) están los de “El tren” (John Frankenheimer, 1964), “King Lear” (Peter Brook, 1971), “El dilema” (Robert Redford, 1994) o “El crisol” (Nicholas Hytner, 1996).




24 de marzo.
Rafael Azcona.
Una de nuestras mejores plumas y el guionista más laureado del cine español, ganador de cinco premios Goya y otros cinco del Círculo de Escritores. Debutó en el cine con el libreto de la inolvidable “El pisito” (Marco Ferreri, 1959). Para el mismo Ferreri escribió la no menos mordaz “El cochecito” (1960), en una colaboración que se extendería a lo largo de los años. Para Berlanga creó los guiones de películas tan grandiosas como “Plácido” (1961), “El verdugo” (1963) y “La escopeta nacional” (1978), entre otras. Como observamos, ha estado siempre detrás de las mejores películas del cine patrio. También es el autor de “La prima Angélica” (1974), “El anacoreta” (Juan Estelrich, 1976), “Mi hija Hildegart” (Fernando Fernán-Gómez, 1977) y “El año de las luces” (Fernando Trueba, 1986), entre muchas otras.

Richard Widmark.
Uno de los grandes villanos del cine nos ha dicho adiós. Debutó en el cine por lo grande, logrando una candidatura al Oscar por su papel en “El beso de la muerte” (Henry Hathaway, 1947). Un actor excelente que supo envejecer estupendamente. Memorables son sus composiciones para cintas como “Noche en la ciudad” (Jules Dassin, 1950), “Pánico en las calles” (Elia Kazan, 1950), “Vencedores o vencidos” (Stanley Kramer, 1961), “Dos cabalgan juntos” (John Ford, 1961) o “Viejos recuerdos de Louisiana” (Volker Schlöndorff, 1986). La última vez que lo pudimos ver en pantalla grande fue en “True colors” (Herbert Ross, 1991).


25 de marzo.
Abby Mann.
Un día después de que falleciera uno de sus protagonistas, le seguía el guionista de la ya citada “Vencedores o vencidos” (1961), película por la que ganó el Oscar. También son suyos los guiones de “Ángeles sin paraíso” (John Cassavetes, 1963), “El barco de los locos” (Stanley Kramer, 1965), “El detective” (Gordon Douglas, 1968) o “Quiero la verdad” (Milton Katselas, 1975). También fue el creador del mítico detective televisivo Kojak.







31 de marzo.
Jules Dassin.
Uno de los grandes directores del Hollywood de los años cuarenta, cuya carrera se vio ciertamente amenazada al entrar en la lista negra del inefable senador McCarthy por culpa de los delatores Frank Tuttle y Edward Dmytryk. Debutó en 1941 adaptando a Poe en la poco conocida “The tell-tale heart”. Entre sus películas americanas destacan las soberbias “La ciudad desnuda” (1948) y “Noche en la ciudad” (1950), la última película que rodó en su país. Emigró a Francia, donde cosechó éxitos como la influyente “Rififí” (1954) o “El que debe morir” (1957), en el rodaje de la cual conocería a su segunda esposa, la actriz Melina Mercouri. En Grecia dirigiría “Nunca en domingo” (1960), por la que optó a los Oscar al mejor director y guionista, “Fedra” (1962) o “Topkapi” (1964). Su última película fue la decepcionante “Círculo de dos” (1980), rodada bajo pabellón canadiense.