lunes, 13 de mayo de 2013

La frontera del miedo (Pedro Lazaga, 1958)



Con Rafael Alonso, Ana Carvajal, Ramón Cazorla,     Fernando Cebrián, Jesús Colomer, Marisa de Leza, Juan Escardo, Marilín Estrada, Arturo Fernández, Miguel Fleta,         Analía Gadé, Miguel Ángel Gil, Fernando Guillén,        Mercedes Monterrey,       Antonio Ozores, Luis Peña, Elvira Quintillá, Raymon River, José María Rodero,         Ricardo Rodrigo, Rubén Rojo, Santos Romero, Pepe Rubio, Ramón Vaccaro y María Jesús Valero.



Es el día de nochebuena. Mercedes y Pablo piensan pasar la noche juntos con la madre de él, a la que piensa presentar a la que ya es su prometida. La jornada discurre con normalidad hasta que Mercedes llega a casa y se encuentra con Ramón, un antiguo amor, que le pide ayuda para embarcarse en un vuelo, ya que acaba de matar a un hombre.

Analía Gadé y Rubén Rojo

El guión de José Luis Dibildos, también productor, contiene inesperados giros en la trama, que acaba con el avión estrellado y un alto número de víctimas mortales. Además de esta tragedia, el libreto contiene su historia de amor y celos, su relato policíaco con el asesino evadido, un estudio de personajes a lo Gran Hotel e incluso unas inesperadas pinceladas cómicas a cargo de los personajes interpretados por Marisa de Leza (una frívola actriz de coproducciones con seudónimo afrancesado y pocas luces), Rafael Alonso (su representante) y Antonio Ozores (un campeón de ajedrez griego que habla un macarrónico italiano –sic-). Como se puede observar, contiene de todo. Y quizás ese sea su mayor desacierto, pues no logra amalgamar tantos elementos, muchos de ellos antagónicos.

Analía Gadé y Luis Peña

En su momento, la película fue recibida con cierta frialdad por parte de la crítica. El escritor y periodista Miguel Pérez Ferrero escribió una poco amable crónica para ABC en la que recriminaba al filme su poca inventiva y su artificiosidad.

Ciertamente, el cine policíaco español vivía un auge durante esos años y la cinta de Lazaga, aunque trataba el tema tangencialmente, poco añadía de interés a un género que contaba con muestras bastante más interesantes.

Antonio Ozores, Marisa de Leza y Rafael Alonso

En cuanto a la segunda invectiva del crítico, hay que darle toda la razón: muchas escenas se notan forzadas y de muy poca credibilidad. Un ejemplo de ello lo encontramos cuando el personaje interpretado por Analía Gadé es herida de un balazo y es auxiliada por un médico que tiene el brazo inutilizado que, además, instruye a su novio sobre la posibilidad de celebrar un matrimonio “in articulo mortis”. Totalmente ridículo.

Marisa de Leza, Rubén Rojo, Analía Gadé, Elvira Quintillá y José María Rodero

En cambio, no se puede estar de acuerdo con Pérez Ferrero cuando afirma que la labor de reparto es deficiente; si algo da empuje a la trama es el trabajo de los actores, encabezados por el trío formado por una guapísima Analía Gadé y los convenientemente duros Rubén Rojo y Luis Peña. Tampoco hay que olvidar el buen quehacer de grandes como Elvira Quintillá y José María Rodero.

La dirección de Pedro Lazaga resulta dinámica, con la habitual corrección del realizador de Valls, que en algunos momentos brilla a gran altura y nos hace olvidar lo insensato de muchas situaciones.
                       


¿Sabías que…?

Fernando Guillén no recordaba en absoluto haber participado en esta película.


2 comentarios:

Cromatico dijo...

Yo personalmente discrepo con las críticas negativas que tenga "La frontera del miedo". Siempre me ha parecido una película especial y llena de valores humanos y estéticos. Aunque haya alguna que otra escena mal resuelta, me parece que lo que cuenta lo cuenta muy bien y con un ritmo perfecto pues la película no es demasiado larga y todo está muy bien ajustado por lo que no aburre en ningún momento. Es una película pretenciosa pero hay casos en el cine español en los que la pretenciosidad en vez de ser un defecto resulta ser una virtud. José Luis Dibildos aparte de tener categoría como productor era un excelente guionista y lo demuestra aquí porque los diálogos de la película tienen una gran profundidad y son brillantes en casi todo momento. La película logra provocar el desasosiego en el espectador, en especial en los planos previos a que el avión despegue. Y cuando está despegando y empieza a escucharse el ruido de los motores el espectador ya se encuentra inquieto a lo que contribuye también un primer plano de Analía Gadé que inspira una cierta sensación de angustia. Antes de estrellarse el avión parece que hace un movimiento raro como da a entender un gesto que hace Analía Gadé y aunque la trama sea algo previsible el espectador no pierde el interés por lo que está viendo y a eso contribuye la fuerza visual que tienen los fotogramas. Salvador Torres Garriga consiguió un tono fotográfico ideal para la atmósfera tenebrosa que impera en la película. Pienso que todos los intérpretes están muy bien dirigidos por Pedro Lazaga que es un cineasta por el que siempre he sentido una admiración muy especial. Respeto a quien le parezca fallida pero yo la veo muy digna. Me gusta.

Cromatico dijo...
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